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¿QUIÉNES SOMOS?
Somos una dulcería familiar que nació en 2014, con la misión de elaborar las mermeladas que te acompañen en tu día a día.
Rodeada de un entorno cordillerano con vistas al cordón Chapelco, nuestra chacra está ubicada en San Martín de los Andes, provincia de Neuquén, en la Patagonia Argentina; donde cultivamos frutas finas para elaborar nuestras mermeladas.
Con el objetivo de brindar un producto 100% natural y de gran calidad, nuestros cultivos se basan en manejos agroecológicos, sustentables y amigables con el medio ambiente, con un profundo respeto a la tierra.
Además, el proceso de producción es completamente artesanal: elaboración, envasado y etiquetado; cuidando cada detalle para lograr un sabor único, auténtico, natural, de altísima calidad.
REGISTRO Y CERTIFICACIÓN DE CALIDAD
Nuestra chacra está certificada por Senasa, organismo nacional que se encarga de regular la producción de alimentos y de controlar la sanidad animal y vegetal.
Esto implica que nuestra chacra es sometida periódicamente a controles de plagas, los cuales, siguiendo nuestra filosofía de respeto por la tierra, se realizan de forma agroecológica con trampas naturales.
Así, nuestra chacra está libre de plagas, por eso la fruta es sana y natural, logrando así mermeladas de gran calidad.
Además, todos los sabores de nuestras mermeladas tienen habilitación para ser vendidas en todo el territorio argentino.
¡ASÍ ELABORAMOS NUESTRAS MERMELADAS!
Comenzamos colocando la fruta agroecológica en una cacerola y la cocinamos 25 minutos hasta el primer hervor.
En este punto agregamos el azúcar y continuamos cocinando sin dejar de revolver durante otros 35 minutos.
Luego tomamos una pequeña muestra y la dejamos enfriar para colocarla en un refractómetro, que nos indicará los grados brix.
Los grados brix nos indican la concentración de sólidos solubles, es decir, el valor total de sacarosa presente en la mermelada (su escala es de 35 a 85 grados brix).
Cuando alcanzamos los 65 grados brix retiramos la cacerola del fuego e inmediatamente envasamos y tapamos en caliente para generar vacío.
Con estas medidas aseguramos que nuestros productos, cerrados, tengan una duración de 2 años.
Terminado el proceso, dejamos enfriar por 24 horas a temperatura ambiente para luego colocar precinto y etiqueta con fecha de vencimiento.
Ahora sí, lo más importante: ¡A disfrutar de nuestras ricas mermeladas!
